Fuera del tiempo
- Micaela Sismonda
- 9 ene 2021
- 3 Min. de lectura
1° Capítulo
Aturdida
Me materialicé en el interior de una sala llena de estanterías que alcanzaban el techo, miré hacia todas direcciones para distinguir dónde me encontraba, madera de roble en las paredes, estanterías repletas de libros, olor a incienso de manzana y mesas formando grupos, en zonas centrales.
- ¿Qué es este sitio lleno de polvo?-pensé; sigilosamente anduve sin apenas hacer ruido ,casi conteniendo la respiración, miré a través de los huecos de las estanterías - creo que por fin la he encontrado…- continué sigilosamente a través de los pasillos, me detuve para leer la sección y seguí, tomando una nueva dirección.
De repente, pude distinguir el sonido de unos tacones aproximándose, me aparté para esconderme detrás de una estantería; tendría unos 60 años, me observó ,por encima de sus rectangulares gafas; el gesto de su rostro mostraba desaprobación.
Solté el aire que había estado conteniendo sin darme cuenta - que extraño…- pensé , me adentré nuevamente en el pasillo y, volviendo a la normalidad, la poca gente que se hallaba en la biblioteca pasó por mi lado sin mirarme...sin verme. Seguí pensando en lo extraño de la situación… necesitaba comprobar lo que estaba sucediendo; un chico moreno y alto pasó a mi lado - disculpa…- me aventuré a decir, pero no hubo respuesta , no me había oído, quizás…, seguí andando , volví a probar, esta vez, con una chica que se aproximaba -hola- le dije mirándola fijamente, pero nuevamente pasó sin oírme, sin verme.
-Si todo iba como siempre...esa anciana debía de ser…- aligeré el paso hasta casi correr, me detuve al final del pasillo, pude ver un rincón de reuniones con varias mesas juntas.
En uno de los extremos se distinguía una silueta de una joven que rondaría los 15 o 18 años, melena media y rosada, descansaba sentada con un pequeño libro bien adaptado a sus manos, lo miraba fijamente, parecía captar toda su atención.
Vacilé un momento antes de comenzar a aproximarme. Unos metros antes de llegar a ella paré para rebuscar en el bolsillo derecho de mi abrigo, nerviosa, no conseguía encontrarlo, y decidí mirar hacia abajo, apartando la mirada de la silueta, encontré lo que buscaba en mi bolsillo izquierdo. Después, muy rápido y con ansiedad, volví a levantar la mirada.
Apreté con fuerza el objeto antes de que me sujetaran desde atrás, asustandome, taparon mi boca y me arrastraron sin hacer ruido alguno.
Nuestros cuerpos se disolvieron y desmaterializaron de la sala.
La silueta, de cabello rosa, levantó la vista, de las viejas hojas que sujetaba con firmeza, un momento, y volvió a posarla en la siguiente página.
Aterricé bruscamente contra el vagón de un tren, un dolor agudo me atravesó la mano izquierda que aún seguía dentro del bolsillo, sin pensarlo la extraje y distinguí la herida punzante entre la sangre que cubría la palma de mi mano.
Giulia, querida , si me matas nunca encontrarás el libro -
Su voz sonó dulce, recta e imponente , aparté la vista de mi mano. Su aspecto mostraba unos 30 años , su cabello… bueno, su cabello seguía rosado.
Me abalancé sobre ella bruscamente, el impacto nos trasladó a ambas de nuevo a la biblioteca.
La sala yacía vacía, caímos al suelo, las estanterías también lo estaban. Alcé la vista y distinguí el libro encima de las mesas del rincón de lectura. Pero Dana se levantó mucho más ágil y corrió hacia él.
Recordé entonces mi bolsillo y sin importar mi sangre ni el dolor que atravesaba mi mano, lancé el tenedor de plata directo a Dana.
Ella se giró con el libro entre sus manos y antes de que el tenedor pudiera alcanzarla se desmaterializó por completo.
Aturdida , arrodillada en el suelo , levanté mi mano y la observé con dolor; escuché una voz y miré a mi alrededor, las estanterías volvían a estar repletas de libros, murmullo… - ¿estás bien querida ?- allí estaba ,a mi lado, de pie , observándome por encima de sus gafas.

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